HUMEDAD Y CORROSION

La mayoría de los metales, por la mera exposición ambiental, sufren en una primera fase un proceso oxidativo debido al oxígeno del aire, seguido de un posterior proceso corrosivo en presencia de vapor de agua.

En este sentido, la acción corrosiva de la humedad sobre los metales tiene dos fases claramente diferenciadas:

Fase 1:

El metal interacciona con el oxigeno del aire.

En un contexto REDOX, del mismo modo que los procesos de reducción química implican una ganancia electrónica, los procesos de oxidación llevan implícita una pérdida de electrones, la cual es responsable de la oxidación de los metales.

Si bien los óxidos metálicos son visibles a simple vista, por el cambio de color de sus superficies, el más notorio es el oxido de hierro por el característico color rojizo en su valencia III.

El proceso reactivo de oxidación del hierro es el siguiente: 4 Fe + 3 O2 = 2 Fe2 O3

Es decir, cuatro átomos de hierro reaccionan con tres átomos de oxigeno, para producir dos moléculas de óxido férrico.

Fase 2:

Los óxidos interaccionan con el vapor de agua dando lugar a los fenómenos corrosivos de desintegración de los metales.

El proceso reactivo de la corrosión del hierro por la humedad es el siguiente: Fe2O3 + 3 H2O = 2Fe(OH)3

Es decir, una molécula de óxido férrico reacciona con tres moléculas de agua, para producir dos moléculas de hidróxido férrico, o herrumbre, el cual en sus procesos avanzados se desprende fácilmente, dando lugar a los procesos de desintegración de los metales.

Para determinar la resistencia a la acción corrosiva de la humedad, se emplean las cámaras de ensayos de laboratorio, tales como las cámaras climáticas, las cámaras de humedad saturada, y las cámaras humidostáticas según Kesternich, las cuales reproducen ambientes saturados de humedad en condiciones controladas de temperatura. 

Fuente: cci-calidad